hoy desperté, y me percaté como
el constate respirar de todos ellos se tornaba molesto
y de como el latir de tantos corazones se volvía insoportable
y de como ya no toleraba mas escuchar tal resonancia de sus pasos,
siguiéndome, mientras yo caminaba
y no pude contenerlo mas
y me dispuse a sofocar, ahogar a cada entidad que respiraba
y apuñalar, silenciar, cada inquieto corazón
y cortar, atar los pies de quienes caminaban tras de mi
y lo iba a hacer, si...
pero luego temí,
temí que vivir sin pies seria algo incomodo
y recordé que la sensación a ahogo no era para nada placentera
y que el herir un corazón duele, y ensangrenta a quien lo hace
temí hacerlo, porque hoy desperté y también me percaté que...
el sonido de tan molestos pasos no era mas que el eco de mi caminar
y que el retumbante latido de esos corazones era solo uno; y venia de mis adentros
y que cerca mio no habían señales de vida, que pudieran respirar
y me sorprendió la forma en que estos rompían el silencio
junto con el rechinar de unos dientes los cuales juro no eran míos
y luego temí, pero esta vez de ese silencio
porque hoy desperté, y me percaté que estaba completamente solo.